A trabajar

Después de un domingo que dedicamos a descansar e intentar aclimatarnos a la ciudad y principalmente al horario, llegó el primer día de trabajo.
Como el domingo me fui a echar la siesta y puse el despertador, pero no le hice ni caso, para no quedarme dormido me pongo 4 o 5 alarmas en los dos móviles que tengo y cada uno en una mesilla, así  si me obligo a moverme de lado a lado de la cama, me acabaré por despertar aunque no quiera. Toda medida es poca cuando uno no sabe en que hora vive!!
A pesar de lo dicho anteriormente, me suelo levantar pronto, sobre las 6h (13h en Madrid), y no se me hace nada pesado la verdad. Supongo que mi cuerpo todavía piensa en hora española. A las 7h suelo bajar a desayunar y ahí también se nota que mi cuerpo funciona en otro horario ya que los que mejor me conocéis sabéis que yo no soy de desayuno fuerte, pero mi estomago se piensa que es la hora de la comida, así que me levanto con hambre y arraso con el buffet del hotel. En general, con el tema de las comidas, siempre tengo la sensación de estar comiendo a deshora ....
A las 8h ya tenemos en la puerta a nuestro querido Luis, que nos traslada hasta Ate, distrito en el que trabajamos actualmente. La distancia hasta el trabajo es de unos 20 km y según el trafico podemos tardar en hacerla entre 35 y 70 minutos. Me ahorrare los detalles del caos que se forman en las carreteras y la forma de conducir que se lleva en Lima, eso ya os lo conté en el anterior post.
Por fin llegamos a la oficina. En ella pudimos conocer a nuestros compañeros de trabajo. La verdad es que nos acogieron bastante bien. Una de las cosas curiosas de aquí  y que me habían dicho con anterioridad como parte de mi curso express (por llamarlo de alguna forma) de adaptación a las costumbres peruanas, es que la gente se saluda todas las mañanas con un beso. ¿A que vosotros no vais a trabajar y cada mañana le dais un beso a vuestra compañera de trabajo? Supongo que es una forma mas de demostrar lo cercana que se muestra aquí la gente ....
Aunque la gente te recibe con cercanía  ello no significa que este reñido en absoluto con el trato que le dan a uno . En estos días que llevo aquí delante de mi nombre me han puesto en muchas ocasiones el "don", "señor", "doctor" o "señor doctor" (esta ultima es especialmente empalagosa, por lo menos para mi). Al principio me daba vergüenza cuando alguien se dirigía a mi como "señor Camilo" o "don Camilo", pero como a la gente no se le quita la costumbre he tenido que ser yo al que se le quite la vergüenza de que me den ese tipo de trato en público (salvo con lo de "señor doctor", que todavía me puede) ..... Como veis, aquí no se lleva el "licenciado" mejicano.
Una de las cosas de Perú que he descubierto en el trabajo es la Inka Cola. No hay bebida de la que pueda estar mas orgulloso un peruano, que de la Inka Cola. El orgullo que demuestra esta gente por esta bebida no lo tenemos nosotros por nuestros vinos (por lo menos en la Ribera del Duero). Es tal que ya hay hasta Inka Cola Zero (el equivalente a "light").

Obsequio de Shirley, compañera de trabajo que se empeño en que probara este brebaje

¿Y a que sabe la Inka Cola? ¿Vosotros os acordáis los chicles de fresa que vendían por 5 pesetas en los quioscos y que traían una pegatina? Pues a eso sabe. Literalmente.
Hace pocos días ví a una persona con una botella de Inka Cola de 3 litros! (aqui hay refrescos en botellas de 1,5l, 2,25l y 3l). Impacta porque uno no sabe en que momento eso deja de ser botella para convertirse en garrafa.
Me despido por hoy. Muchas gracias por leerme y un fuerte abrazo desde Lima!!